Las ciudades del futuro: eficientes , sustentables y limpias por Martin Prieto Greenpeace

Para garantizar un futuro sustentable, saludable y respetuoso con el medio ambiente, es necesario que el mundo experimente una nueva revolución industrial. Para Greenpeace, en esta revolución, el progreso debe estar impulsado por recursos energéticos que sean sostenibles, accesibles y económicos.Hoy presentamos una mirada global de los cambios que son necesarios impulsar en todas las ciudades del mundo.

La crisis energética mundial y la amenaza del cambio climático requieren que se fomente la innovación en los sectores energéticos y se promueva un consumo responsable, tanto en países desarrollados como en países en desarrollo. De acuerdo con el informe “Urban Energy Transition: From Fossil Fuels to Renewable Power”, se proyectaba que para el año 2030, la demanda de energía a nivel global aumentaría entre un 60% y un 85%. 

En la acuciante búsqueda para disminuir el uso de recursos y el impacto ambiental, ciertos países desarrollados han logrado exitosamente desvincular el crecimiento económico del consumo de energía. El uso de combustibles fósiles sigue siendo relevante en las ciudades para generar energía, pero es cada vez más claro que la energía sostenible es la única elección para asegurar un futuro viable y sustentable. 

Un ejemplo de esto es que, aún cuando es posible que el uso de combustibles fósiles en las ciudades siga siendo alto, generalmente se implementan sistemas de producción y calefacción centralizados que tienen una eficiencia considerablemente alta.  La implementación de estrategias de energía renovable en ámbitos  urbanos se está convirtiendo en una necesidad imperante para lograr una alternativa viable al modelo energético de corte fósil y avanzar con pasos seguros hacia el  futuro. 

Las aristas de una transición viable

La transición no solamente conlleva un cambio de fuente de energía, sino también garantizar que la nueva fuente sea rentable, sostenible y beneficie el desarrollo.  En este sentido, la digestión anaeróbica, que implica un proceso bioquímico en el cual los microorganismos descomponen la materia orgánica en ausencia de oxígeno, es un método a considerar como eje del cambio sustentable en materia de reciclado de residuos urbanos. 

Durante la digestión anaeróbica, los microorganismos convierten los compuestos orgánicos en subproductos como metano y dióxido de carbono. Estos subproductos se utilizan como fuentes de energía y los materiales orgánicos se descomponen en sustancias más simples. La digestión anaeróbica es un proceso importante en la naturaleza, ya que permite la eliminación y reciclaje de los desechos orgánicos, contribuyendo así al equilibrio de los ecosistemas. 

El incremento de la urbanización y el crecimiento demográfico han convertido la generación y eliminación de los residuos urbanos en una cuestión de vital importancia. La digestión anaeróbica produce un biogás con alto contenido de metano, que puede ser utilizado como fuente de energía. Esta tecnología podría ser una solución crucial frente al creciente problema de los desechos y reduciría la dependencia de recursos energéticos externos. 

Las numerosas formas de empleo exitoso del biogás

El biogás tiene la capacidad de ser empleado como fuente de energía tanto para generar calor como electricidad a través de motores de combustión interna o microturbinas, así como para calentar agua, ya sea en los digestores o en edificios. 

Si se aprovecharan los desechos municipales para generar biogás en lugar de enviarlos a los vertederos, se podría obtener energía renovable y sostenible, además de obtener un subproducto beneficioso llamado biolodo que se puede utilizar como fertilizante. 

Según un estudio publicado en la revista Renewable Energy en el año 2012, se ha constatado un incremento anual del 20% al 30% en el número de centrales productoras de biogás. Esto evidencia que la digestión anaeróbica está emergiendo como una relevante fuente de energía sostenible.

La energía solar en las ciudades

En primer lugar, una de las ventajas de optar por la energía solar como fuente de energía en comparación con la biomasa, la energía hidroeléctrica o la energía nuclear, es que no requiere agua, lo cual elimina las preocupaciones ambientales relacionadas con el aumento del consumo de agua y los problemas asociados a su escasez. 

En latitudes medias y altas, las tecnologías solares (tanto solar de concentración como la solar fotovoltaica) son ahora más rentables que las tecnologías de generación de energía a partir de combustibles fósiles, gracias a las recientes reducciones de costos logradas en su implementación.

La energía solar fotovoltaica tuvo el mayor crecimiento en comparación con las demás tecnologías renovables entre 2006 y 2011 a nivel mundial. Su crecimiento anual alcanzó el 58%, mientras que la energía solar de concentración aumentó casi un 37% y la energía eólica creció un 26%, según un estudio sobre política energética realizado por  Purohit y Shekhar (2013). 

La aplicación de energía solar en entornos urbanos es efectiva debido a que los paneles y equipos fotovoltaicos pueden ser instalados en los techos de los edificios, donde operan de manera eficiente sin afectar la actividad normal y requiriendo poco mantenimiento. Según estimaciones, se espera que la capacidad de producción mundial de energía solar de concentración alcance los 147 GW en 2020, 337 GW en el 2030 y 1.089 GW para el  2050 . 

Hacia infraestructuras edilicias basadas en energías renovables

En un futuro próximo, se espera que el avance en la producción de energía renovable in situ sea el impulso necesario para la construcción de edificios de emisión cero y ciudades ecológicas altamente eficientes en términos energéticos, con niveles mínimos de emisiones de carbono.  

A medida que pasa el tiempo, las novedosas  innovaciones en materia tecnológica van progresando, logrando que las ciudades se tornen más sostenibles en términos energéticos. Un ejemplo de esta evolución, es el reciente desarrollo de un sistema para   captar  el agua de lluvia, aprovechar la energía solar y eólica,  con el fin de  aumentar la producción de energía en rascacielos. El sistema tiene como objetivo reducir los inconvenientes que se presentan actualmente con el uso de turbinas eólicas en áreas urbanas. Con este tipo de innovaciones, crear edificios y ciudades  sustentables y eficientes al 100% está a un paso de ser realidad.

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