La industria de la aviación busca encontrar una salida viable y efectiva para lograr realizar vuelos sin contaminar el planeta. Pero, los planes para un mayor uso de la grasa de porcinos en biocombustibles no crecen en la Unión Europea debido a que es un recurso muy disputado con otras industrias. ¿Quiénes ganarán la partida?
Realizar vuelos más ecológicos implica considerar el uso de nuevas fuentes de combustión que sean capaces de abastecer con igual eficacia que los combustibles fósiles a la industria de la aviación. Entre estas alternativas, el uso de grasa animal como se ha considerado como una opción viable para lograr el objetivo de disminuir las altas emisiones de carbono que tienen lugar en cada vuelo .
Desde 2006, la cantidad de grasa animal utilizada para producir biodiesel ha experimentado un aumento de más de 40 veces en la Unión Europea. Y ,en el año 2021, la administración Biden comunicó que tiene planes concretos para sustituir por completo el combustible fósil utilizado en la aviación por alternativas sostenibles antes del 2050.
En esta línea , en el mes de abril, las autoridades australianas anunciaron un proyecto para establecer una gran planta de producción de biocombustible para aviones en Queensland.
¿Cuánta grasa porcina se requiere para alimentar un avión?
La mayor parte de las grasas animales, en la actualidad, se emplean en la producción de biodiésel para vehículos y camiones. Sin embargo, los gobiernos europeos tienen interés en incrementar la utilización de estos desechos para lograr que la aviación sea más respetuosa con el medio ambiente. Con el fin de lograr esta meta, se están estableciendo alianzas desafiantes para las aerolíneas que incluyen la concreción gradual de objetivos ecológicos.
Por ejemplo, para el año 2030, los aviones británicos deben tener al menos un 10% de combustible sostenible (SAF) en sus tanques, mientras que las aerolíneas de la Unión Europea (UE) deben cumplir con un mínimo del 6%.
De acuerdo con la opinión de los expertos, para realizar un vuelo de París a Nueva York se requeriría la grasa de 8,800 cerdos si todo el combustible fuera de origen animal.
La normativa vigente dentro de la Unión Europea, indica que las aerolíneas deberán apuntar a un uso de combustible de origen animal para forjar una industria con vuelos sostenibles, el cual deberá representar solo el 6% del combustible total utilizado; de ese porcentaje el 1.2% deberá provenir específicamente del querosene. Entonces, si el 4,8% restante proviene únicamente de grasa animal, se necesitarían alrededor de 400 cerdos por vuelo transatlántico.
Daños colaterales de una medida más ecológica
Según un estudio financiado por Transport and Environment, una organización sin fines de lucro con sede en Bruselas que promueve “un sistema de movilidad de cero emisiones”, el incremento en el uso de biocombustibles para la aviación, elaborados a partir de grasa animal y aceite vegetal, podría generar nuevos problemas.
El inconveniente radica en el hecho de que, durante mucho tiempo, las grasas animales de baja calidad como la porcina, se han empleado en la producción de alimentos para mascotas, jabones, velas y como combustible para calderas. En esas industrias su provisión resulta vital, indispensable.
Según el estudio, la creciente demanda de la industria de la aviación podría obligar a los fabricantes de las otras industrias a recurrir a alternativas como el aceite de palma. Este elemento es el sustituto más viable y aconsejable pero su extracción es muy contaminante, lo que resultaría en un aumento de las emisiones netas de carbono a nivel mundial.
Competencia mundial por materia prima vital
La competencia por las materias primas necesarias para producir combustibles sostenibles “puede alcanzar su punto máximo” en los próximos cinco años, según indica un estudio de la Agencia Internacional de la Energía, formada por 31 países industrializados.
“El uso de grasas animales y aceites para obtener biocombustibles en realidad crea otro problema, y es que nos pondría en competencia con la industria aérea. Y , cuando se trata de financiar la industria de la aviación, sería difícil para la industria de alimentos para mascotas competir con este gigante “, dijo Nicole Paley, subdirectora ejecutiva de UK Pet Food.
Según el informe de la AIE, la demanda de la industria de la aviación consumirá la oferta de aceites de cocina usados y grasas animales de distintas procedencias. Por ello,se hace urgente buscar nuevas alternativas sostenibles que puedan abastecer al mercado aéreo y a las demás actividades industriales para las que la grasa animal es de vital importancia dentro de la cadena productiva.