Las Naciones del globo se encuentran cada vez más comprometidas en realizar una eficiente transición energética de sus economías. Los pro y los contra de un sistema que avanza a su ritmo pero que dista por lejos, de ser el ritmo que el planeta necesita transitar.
Para el Dr Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (AIE) la gravedad de la situación actual del planeta no deja lugar a dudas : «Tenemos que responder de modo urgente al creciente impacto del cambio climático. Esto requiere una planificación estratégica a largo plazo y una acción política audaz para promover y estimular la inversión en políticas de energías limpias y renovables , que a su vez debe estar respaldada por datos climáticos y meteorológicos completos y fiables».
Esta visión es ampliamente compartida por Francesco La Camera, director general de la Agencia Internacional de Energías Renovables, quien señala la gravedad de la situación en materia climática: “Ahora es el momento de acelerar a fondo la transición hacia un futuro basado en las energías renovables. Cualquier otra cosa que no sea una acción radical e inmediata nos ubica en la senda de autoboicot , es decir, en eliminar la posibilidad de mantener la temperatura del planeta en fija en los 1,5 °”, el objetivo marcado en el Acuerdo de París para intentar minimizar al máximo posible los desastres que traerá, más temprano que tarde, el cambio climático.
El experto La Camera, pone como evidencia las altas temperaturas que recientemente se han visto en algunos lugares del planeta. El caso de Brasil, que tuvo que afrontar una ola de calor inédita este verano , con registros de casi 60 grados de sensación térmica, es una experiencia reciente para muchas personas en ese país. No se trata solo del registro alarmante sino de la imposibilidad, hoy mismo y ahora para muchas personas , de seguir adelante con la vida tal y cual la han conocido hasta hoy. El calor sofocante podría matar más gente que cualquier pandemia y debe ser atacado con el mismo vigor . La crisis climática está a la vuelta de la esquina y con ignorarla, matizarla o pensar que no nos pasará la factura, solo hacemos que las cosas empeoren.
Las debilidades del sistema energético actual
La crisis energética y climática son dos eslabones que, entrelazados, han puesto de manifiesto de modo dramático las debilidades y vulnerabilidades de un sistema económico muy dependiente de los combustibles fósiles. “Avanzar con decisión hacia la transición hacia las energías renovables o limpias, es hoy la opción estratégica más recomendable para generar energía asequible, crecimiento económico , puestos de trabajo y un medio ambiente mucho más resistente a la actividad de las personas y comunidades sobre el terreno”, enfatizó La Camera.
Según estima el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, una acción climática a fondo y audaz , podría generar alrededor de 26 billones de dólares en beneficios económicos para 2030. Y, sin embargo, la inversión en energías renovables es aún demasiado baja, puntualmente en los países en desarrollo. Además, para Guterres, se presta muy poca atención a la importancia vital de los servicios climáticos para la energía como herramienta para apoyar y sostener tanto la adaptación al clima, como las decisiones de impacto sobre cómo reducir los gases de efecto invernadero.
La Organización Meteorológica Mundial ha publicado informes de sus registros anuales sobre el estado de los servicios climáticos desde 2019. Esto ha sido en respuesta puntual a una petición de la ONU de contar con más información estratégica y confiable para conocer, acompañar y sostener en el tiempo, las necesidades de adaptación de los países del globo.
La llave que abre la puerta de salida del infierno
El sector energético es vital para ayudar a detener las emisiones que causan el cambio climático; al mismo tiempo, la misma producción de energía debe adaptarse de modo veloz y eficiente, a los impactos climáticos que ya se están produciendo y acelerando debido a la misma dinámica de las cosas.
El Fondo de Adaptación cumple un rol esencial , ya que sin su ayuda financiera muchos países quedarían a mitad de camino o al margen de los desarrollos renovables , trayendo graves consecuencias a futuro, tanto a sus propias economías como a la salud ambiental del planeta. Este organismo hoy día, es el eje que financia proyectos energéticos basados en las prioridades de adaptación de los países en vías de desarrollo y vulnerables. “Por ello, nos ha alegrado enormemente ver un número creciente de actividades y desarrollos en materia de energía renovable en estos países que en la actualidad se están esforzando en gran manera para adaptarse al escenario energético del futuro”, afirmó Mikko Ollikainen, director del Fondo de Adaptación.
El camino está trazado, la meta está clara en el horizonte. Hoy, es el tiempo de actuar. El planeta necesita de un compromiso total de parte de los países del globo hacia ese futuro sostenible que todos ansiamos transitar y dejar como legado a las próximas generaciones.