Despega en Brasil la producción de combustible de aviación sostenible

Con una inversión estimada de 712.000 euros ,el proyecto H2Brasil, ya tiene vía libre para comenzar la producción de QAV sintético, un biocombustible que convertirá en sostenible a los vuelos aéreos. El proyecto se enmarca dentro del acuerdo de Cooperación Germano-Brasileña para el Desarrollo Sostenible. 

Brasil se encamina hacia una posición de liderazgo global en materia de proyectos de desarrollo sustentables. En esta dirección, se ubica el acuerdo entre el Instituto de Innovación en Energías Renovables de Brasil y la Cooperación Germano-Brasileña para el Desarrollo Sostenible, que inauguraron en el Estado de Río Grande do Norte , el primer Laboratorio de Hidrógeno y Combustibles Avanzados (H2CA), nacido de la asociación estratégica entre los dos países.

El nuevo laboratorio promete marcar un hito histórico para la aviación. La primera planta piloto instalada de Brasil para producir biojet –un combustible de aviación sostenible SAF– comenzará a operar dentro del Polo de Innovación y Tecnología de la ciudad de Natal. Este proyecto buscará abrir los horizontes para la producción sustentable para la industria de la aviación y uno de sus principales objetivos será crear un combustible que ayude a minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte aéreo de Brasil.

“El laboratorio fue instalado en una planta piloto que posee una capacidad que le permite pasar de una escala de producción experimental a una escala piloto de mayor envergadura. Este factor es lo que permitirá al equipo de técnicos desarrollar las pruebas necesarias de los nuevos productos (biocombustibles) en condiciones que se asemejan a las reales de funcionamiento en un avión”, explica Fabiola Correia, coordinadora del proyecto e investigadora y doctora en Ingeniería del Petróleo del Laboratorio de Sostenibilidad .“En octubre de este año esperamos tener lista la primera muestra de combustible (biojet) para solicitar ante la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP) su certificación y poder lanzar el producto al mercado”, añade. “Sólo después de contar con la certificación será viable la fase de su comercialización”.

Biojet : el fruto de largos años de investigación.

El proyecto es el resultado de casi 10 años de estudio de alternativas viables para la producción de hidrógeno – aquellas que no generan emisiones de CO2 a la atmósfera en el proceso industrial-, así como de combustibles sostenibles. 

La perspectiva de trabajo con el Laboratorio de Hidrógeno y Combustibles Avanzados es aumentar la producción de Syncrude, un aceite sintético que ha sido desarrollado por el Instituto de Innovación en Energías Renovables para ser transformado en combustible para aviones ( SAF) , de 200ml/día a hasta 5 litros/día.

La capacidad de producción del combustible en la planta se evaluará con el paso del tiempo, mediante estudios y experimentos prácticos en la región. Los estudios de viabilidad económica y técnica también deberán definir el precio del biocombustible para fines de este año.

La glicerina, el compuesto clave del combustible ecológico

El combustible para aviones (SAF) será desarrollado en base a glicerina, un coproducto de la industria del biodiésel que tiene un alto valor energético, pero que en Brasil, se utiliza muy poco, está infraexplotado y se exporta a un precio de mercado muy bajo. El exceso de oferta de este producto y lo accesible del costo brindan una perspectiva posible de abaratar el costo del nuevo biocombustible, al tiempo se se agrega valor al producto, según sostienen expertos. 

“Brasil es un importantísimo exportador de glicerina en el mundo y a pesar de ello, no agota este producto, sino que aún sobra” La idea es utilizar a la glicerina como materia prima, tal cual como sale de la industria para luego emplearla en la producción de biocombustible.De este modo, el producto obtenido pasa a resolver el problema de la demanda ambiental de un combustible sustentable lo que será una gran solución para el segmento de la aviación”, destaca Fabiola.

La glicerina empleada para producir el combustible (SAF) se transforma en gas de síntesis a través de un proceso conocido como recirculación química, donde la que la materia prima se convierte en una mezcla de monóxido de carbono (CO) y de hidrógeno renovable (H2V), los dos insumos que se necesitan para obtener el combustible líquido. En un paso posterior, el gas de síntesis es enviado a un “reactor Fischer-Tropsch”, una herramienta tecnológica que tiene como ventaja principal la de permitir la producción de combustible partiendo de un mayor número de materias primas como la glicerina. A partir de este proceso, es obtenido el combustible de aviación sostenible. En la práctica, este producto se convierte en queroseno para aviación sostenible (QAV).

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