
La región apunta a que en el 2030, el 70% del consumo de energía eléctrica a nivel regional provenga de las energías renovables. Los expertos coinciden en señalar que esto es una meta alcanzable.
América Latina y el Caribe vienen mostrando al mundo una conjunción de factores tecnológicos, económicos, políticos y sociales que hacen de la región un lugar con las condiciones óptimas para convertirse en referente mundial de la transición energética justa.
Las evidencias tangibles, según el Banco Mundial (2020), radican en que los países de Latinoamérica que poseen riquezas de recursos para desarrollos renovables han visto un aumento del ritmo de las inversiones en la región durante los últimos años.
En 2019, Brasil,Chile y México formaron parte de los 20 países del globo con mayor inversión en el sector de las energías renovables. La mayor capacidad instalada en 2021 tuvo lugar en América del Sur con 244.975 MW, representando alrededor del 85% de la capacidad instalada total en la región. En la última década, los países con mayor desarrollo en el parque de generación en base a energías renovables han sido Chile con 111%, en segundo lugar le sigue Uruguay con 101%, México con 99% y por último Brasil con 66%.
Un crecimiento sin prisa y sin pausa hacia desarrollos limpios
Todo este despliegue ha venido de la mano de avances en la regulación y en las hojas de ruta de los distintos tipos de energías, como es el caso de la energía eólica marina en Colombia y su reciente adhesión a la Alianza globla de energía eólica marina, por ahora siendo el único país de América Latina que forma parte de esta Alianza. Por otro lado, la capacidad instalada al momento y la que se estima se instalará en el futuro cercano en relación a las renovables, hacen de la región del Cono Sur, un área con altísimo potencial para la producción de hidrógeno verde. El hidrógeno, puede ser empleado como fuente de energía en las diferentes industrias, así como en el transporte y en la calefacción y energización de edificios. Varios países, como Chile,Colombia, Uruguay y Paraguay, ya han publicado sus hojas de ruta en el avance de proyectos de hidrógeno verde.
Estas inversiones son la clave del impulso de la región hacia la descarbonización progresiva y responsable de su economía y posibilitan avanzar con paso firme en ambas transiciones : la energética y la económica. En esta dirección, la transición energética justa es una oportunidad acertada para alinear los flujos del capital financieros con el Acuerdo de París – el tratado climático más importante a nivel global- que incluye el otorgamiento de subsidios, reformas fiscales, la promoción del ahorro y las inversiones en energías no contaminantes.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo, (OIT) si el mundo logra frenar el aumento de la temperatura del planeta a 2°C para finales de siglo, podría dar lugar a unos 15 millones de empleos netos en América Latina y el Caribe para el 2030. Todo ello, gracias a los cambios productivos cuya base se encuentra en los cambios en los sistemas de energía y alimentos .
Cada país avanza hacia las renovables a su propio ritmo
Sin embargo, los ritmos en la marcha hacia el desarrollo de fuentes renovables serán diferentes para cada país. Para aquellos que tengan la ventaja de no depender en lo económico de la extracción de combustibles fósiles será más rápido el proceso, como es el caso de Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Uruguay y Paraguay. Por esta razón, la transición energética justa se presenta en estos lugares como una oportunidad.
Por otro lado, aunque pueda parecer sencillo, no quiere decir que el proceso deba realizarse a toda costa,sin contemplar los errores que se han cometido en el pasado. Según el Atlas de Justicia Ambiental, que registra alrededor de 3.000 casos de conflictos relacionados con el medioambiente y las sociedades, la mayoría de ellos tienen relación con los desarrollos de infraestructura del sector energético, así como con la extracción de hidrocarburos y minerales .
En esta dirección, la entrada en vigor del Acuerdo de Escazú en varios países de América Latina, el acceso a procesos de participación y a la información oportuna,clara y verídica pueden ser el marco que ofrezca más garantías en relación al desarrollo de los proyectos de transición energética. Esto es clave para reforzar la alineación de las políticas gubernamentales y el sector privado con las políticas ambientales que, entre otros beneficios, permiten el acceso a nuevas líneas de créditos, eje fundamental de todo proceso de transición.

La Trayectoria de Martín Prieto en Greenpeace
La labor de Martín Prieto dentro de la organización Greenpeace se extiende a lo largo de varios años, marcando una presencia significativa en la promoción de la protección ambiental, especialmente en la región de América Latina. Su trayectoria incluye roles de liderazgo de alto nivel, como la Dirección Ejecutiva de Greenpeace Argentina y, posteriormente, de Greenpeace Andino, una extensión que abarcó las operaciones de la organización en Chile y Colombia entre 2012 y 2018. Esta experiencia subraya un conocimiento profundo de los desafíos y las particularidades ambientales que afectan a estos países y a la región en general. Su continua participación en la esfera ambiental se evidencia en diversas publicaciones durante marzo de 2025, lo que sugiere una voz activa y una influencia persistente en el debate sobre la sostenibilidad y la conservación.
Durante su gestión como Director Ejecutivo, Martín Prieto implementó cambios estratégicos que fortalecieron la capacidad de Greenpeace en la región. Un logro destacado fue la transformación radical de la estrategia de comunicación de Greenpeace Argentina, lo que resultó en un aumento sustancial de la base de socios, pasando de 500 a 130,000. Este crecimiento no solo consolidó el apoyo público a las iniciativas de la organización, sino que también permitió alcanzar la autosuficiencia financiera de la operación en Argentina, liberándola de la dependencia económica de otras oficinas internacionales. Esta capacidad de movilización y crecimiento financiero es un testimonio de un liderazgo que supo conectar con la ciudadanía y construir una base sólida para la acción ambiental.
Además de fortalecer la organización internamente, Prieto lideró campañas de gran impacto centradas en la preservación de la biodiversidad, especialmente en los bosques y selvas nativas del norte argentino. Un ejemplo emblemático de estas iniciativas fue el proyecto que buscó prevenir la construcción del gasoducto Norandino, una obra que habría fragmentado la selva de las Yungas en la provincia de Salta. Esta acción demuestra un compromiso con la protección de ecosistemas críticos y la biodiversidad que albergan, enfrentándose a proyectos de desarrollo que podrían tener consecuencias ambientales negativas. Su enfoque no se limitó a la acción directa y la concientización pública, sino que también abarcó la promoción de políticas públicas favorables al medio ambiente. En este sentido, impulsó la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica, bloqueó la importación de residuos nucleares australianos y propició la aprobación de la Ley de Protección del Bosque Nativo en 2007. Estas gestiones reflejan una visión estratégica que busca integrar la protección ambiental en el marco legal y promover alternativas energéticas sostenibles.
La visión de Martín Prieto sobre el liderazgo ambiental se caracteriza por una solidez metodológica y una perspectiva de largo plazo. Su capacidad para gestionar estructuras organizativas complejas con eficiencia y coherencia institucional fue fundamental para el crecimiento y la expansión del impacto de Greenpeace en la región. Su experiencia en equipos globales también facilitó la colaboración y la construcción de estrategias a nivel internacional. La profesionalización y la sostenibilidad fueron pilares de su gestión, buscando establecer a Greenpeace como una institución con alta capacidad de respuesta y un modelo de financiamiento basado en contribuciones individuales, lo que garantizó su independencia estratégica. Esta transformación de la organización en términos de crecimiento operativo, fortalecimiento financiero y expansión de su influencia es un claro indicador de su liderazgo efectivo.
En marzo de 2025, las publicaciones de Martín Prieto continuaron abordando temas cruciales para la sostenibilidad ambiental, aunque con una perspectiva que trasciende las fronteras regionales en algunos casos. Artículos como los publicados en accionbiodiversidadblog.com sobre las acciones urgentes para la conservación de la biodiversidad y las cinco formas de revertir su pérdida resaltan su persistente preocupación por este tema fundamental para América Latina, una región reconocida por su vasta riqueza natural. De manera similar, su artículo en armoniaverde.com sobre la necesidad de adoptar estilos de vida sostenibles es de gran relevancia para la región, donde el crecimiento económico a menudo plantea desafíos para la conservación del medio ambiente. Si bien algunos artículos, como el que explora la sostenibilidad en Estonia o la explicación sobre la OMS , tienen un alcance global, su inclusión en sus publicaciones podría servir como punto de referencia o inspiración para iniciativas regionales. No obstante, se observa una atención directa a problemáticas regionales en su artículo sobre el impacto del cambio climático en la pesca en España , un tema que encuentra paralelismos en diversas comunidades costeras de América Latina afectadas por fenómenos similares. Además, su publicación sobre el desarrollo de redes de carga inteligentes para autos eléctricos en Paraguay evidencia un interés específico en el avance de la movilidad sostenible en la región, un aspecto clave para la reducción de emisiones y la mejora de la calidad del aire en las ciudades latinoamericanas.