Alemania ha puesto a funcionar su primera turbina 100% a hidrógeno con gran éxito. Este paso se avizora como crucial para el despliegue de una tecnología más limpia y sostenible que permite ir dejando de lado el uso de combustibles fósiles en el corto plazo.
El continente europeo sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles para su abastecimiento energético, mientras que afortunadamente, se va abriendo camino a las energías más limpias y a los desarrollos renovables. El paso necesario para completar con éxito esta transición necesaria hacia fuentes menos contaminantes, consiste para los expertos, en poder desarrollar un sistema de combustión que pueda funcionar de modo eficiente con cualquier concentración de mezcla de hidrógeno como combustible.
En esta dirección,la iniciativa FLEX4H2, que fue financiada por la Unión Europea (UE) y el gobierno suizo ha logrado demostrar como viable esta posibilidad mediante la puesta en marcha de la turbina de hidrógeno GT36, desarrollada por la firma italiana Ansaldo Energia. Esta iniciativa ,desplegada con éxito rotundo, ha abierto una senda para el desarrollo de sistemas similares en base a 100% de hidrógeno en el resto de Europa.
La descarbonización de las turbinas que funcionan a gas es una parte crucial de la transición del escenario energético de Europa. Por ello, las turbinas de hidrógeno emergen como una tecnología revolucionaria y prometedora. Este nuevo tipo de turbina emplea hidrógeno como combustible para producir energía eléctrica, convirtiendo, tras su combustión secuencial con oxígeno a presión constante, la energía química de este elemento, en mecánica, y luego en eléctrica, mediante un generador.
Particularidades del funcionamiento de las turbinas de hidrógeno
La combustión secuencial que tiene lugar en una turbina de hidrógeno, utiliza dos sistemas de combustión: el primero que emplea la estabilización aerodinámica de la llama y el segundo , que es estabilizado por autoignición. Esta combinación brinda un rendimiento notable en términos de emisiones de CO y NOx, en su capacidad de reducción y logra también, una mayor flexibilidad en la optimización de la cámara de combustión para los diferentes tipos de combustible.
Así, este proceso se destaca por su gran capacidad para generar energía con emisiones contaminantes mínimas, siendo el vapor de agua el único subproducto directo del proceso, lo que representa una opción energética mucho más limpia y sostenible si se la compara con las fuentes de energía basadas en combustibles de tipo fósil.
En la actualidad, las turbinas de hidrógeno se ubican a la vanguardia de la transición energética. A medida que esta tecnología continúe su despliegue y siga madurando, y las economías de gran escala comiencen a reducir los costos, se prevé que las turbinas de hidrógeno cobren cada vez mayor protagonismo en el esfuerzo global por lograr un futuro energético sostenible y bajo en emisiones de carbono.
La turbina de hidrógeno GT36
Por su parte, el proyecto FLEX4H2 (Flexibility for Hydrogen) representa una iniciativa innovadora y de gran valor estratégico para avanzar en la senda del desarrollo de la tecnología de turbinas de hidrógeno, subrayando el fuerte compromiso de la Unión Europea (UE) y Suiza con la transición energética hacia fuentes más sostenibles y limpias.
Con una financiación que alcanzó los 8,7 millones de euros, el proyecto FLEX4H2 tiene como meta en los próximos tres años, concluir el desarrollo de una tecnología eficaz que pueda prescindir completamente de los hidrocarburos y pueda funcionar únicamente con hidrógeno.
Este proyecto busca demostrar la viabilidad de una turbina de gas que puede funcionar de modo eficiente con un 100% de hidrógeno, marcando un verdadero hito en el camino de Europa hacia la descarbonización de la generación de energía a grandes escalas.
Ansaldo Energía líder en tecnología de hidrógeno
La turbina de hidrógeno GT 36, innovación exclusiva de la firma italiana Ansaldo Energía, es una turbina que pertenece a la clase H. Esta clasificación en materia de turbinas se distingue por su alta capacidad para lograr una excelente eficiencia operativa y su alcance de temperaturas extraordinariamente altas, funcionando exclusivamente con hidrógeno al 100%.
La turbina GT 36 es capaz de generar más de 560 MW de potencia y puede suministrar energía a unos 500,000 hogares, gracias a su revolucionario sistema de combustión secuencial que hace posible que pueda alcanzar altas temperaturas a lo largo de proceso operativo, al mismo tiempo que reduce al mínimo las emisiones nocivas sin la necesidad de usar diluyentes.
Asimismo, la nueva turbina GT 36 ha probado ser efectiva para realizar de modo seguro una transición fluida de gas natural a hidrógeno, demostrando con ello, una versatilidad operativa esencial para la transición energética y alzándose como un avance muy significativo en los esfuerzos que está realizando Europa por combatir y frenar el cambio climático.