Para asegurar un planeta viable y economías sostenibles, es necesario reforzar la senda hacia las fuentes renovables. Antonio Guterres, secretario general de la ONU, explica hoy cuatro puntos para acelerar este camino clave para el destino del mundo.
El planeta debe impulsar con fuerza el necesario viraje hacia las fuentes de energías renovables para garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones. Si bien, gran cantidad de países se encuentran en esta senda positiva, la ONU afirma que el proceso se encuentra detenido en aquellos países que están en vías de desarrollo. ¿Qué se debe hacer para impulsar este camino de sanidad integral para el planeta? Hoy Greenpeace completa los cuatro puntos necesarios que según Antonio Guterres, secretario general de la ONU, se deben cumplimentar en este proceso global.
1- Se debe mejorar el acceso a los componentes y materias primas de las energías renovables.
Es fundamental lograr un fluído suministro de las materias primas y componentes necesarios para el desarrollo de las energías renovables en los países, sobre todo, en aquellos con menores recursos económicos. Esto será clave para garantizar un acceso más amplio que abarca desde los minerales necesarios para la construcción de las turbinas eólicas y las redes eléctricas hasta el desarrollo de vehículos eléctricos.
Para realizar una transición justa son necesarias mayores inversiones, que incluyen la formación en competencias específicas para las personas (capacitaciones) , la investigación y el desarrollo, así como también, fuertes incentivos destinados a crear cadenas de suministro a través de prácticas sostenibles que protejan tanto a los ecosistemas como a cada una de las culturas donde se implementen los desarrollos renovables.
2- Se deben nivelar las condiciones para poder implantar las tecnologías renovables.
Antonio Guterres, el secretario general de la ONU, afirma que tanto la coordinación como la cooperación internacionales son muy importantes para agilizar la transición energética global. Además, deberán reformarse de forma urgente los marcos políticos de las naciones para acelerar el rumbo hacia los proyectos relacionados con las renovables y con el objetivo de atraer las inversiones del sector privado.
Es urgente y primordial, que los planes de acción climática de los países se aboquen al recorte de las emisiones nocivas para disminuir los impactos ambientales provocados por el cambio climático. Estos planes deben apoyarse en el desarrollo de las energías renovables que deben alinearse con el objetivo de mantener los 1,5 grados centígrados de temperatura en el planeta y a la participación de las energías renovables en la generación global de electricidad que deberá aumentar del valor actual del 29 % hasta llegar al 60 % en el año 2030.
3- Cambiar los subsidios a los combustibles fósiles hacia las energías renovables
Los subsidios que en la actualidad se destinan a los combustibles fósiles son una de las mayores barreras que obstaculizan el cambio global para la transición hacia las energías sostenibles como son las renovables. Los subsidios otorgados a los combustibles fósiles son tan ineficaces como injustos. En todos los países en vías de desarrollo, casi la mitad de los recursos públicos son destinados a un gasto que ayuda al consumo de los combustibles fósiles y que beneficia apenas a un 20 % de la población con mayor nivel de riqueza, según datos del FMI.
El cambio de estos subsidios hacia las energías renovables no solo favorece el recorte de las emisiones contaminantes, sino que contribuye de forma fehaciente al desarrollo de una economía más sostenible, a la creación de nuevas fuentes de trabajo, a una mejor salud integral para las personas y a una mayor igualdad, en particular para las comunidades menos favorecidas y más vulnerables de todo el planeta.
4- Una triple inversión en energías renovables
En el presente, es necesario invertir alrededor de 4 trillones de USD anuales en proyectos de energías renovables hasta el 2030 —contando con las inversiones en infraestructuras y tecnologías— para poder alcanzar el cero neto en emisiones de carbono en el 2050. Cumplido este objetivo de forma progresiva en los países, la reducción de la contaminación y el consiguiente impacto negativo del cambio climático se podría ahorrar al mundo hasta unos 4,2 trillones de dólares anualmente hasta el 2030.
Según palabras del Secretario General de la ONU a modo de conclusión destacó : «Las energías renovables son el único camino posible para el planeta hacia la verdadera seguridad en materia energética, capaz de promover precios estables para la energía y brindar a la vez grandes oportunidades de empleo sostenibles», cerró con énfasis el funcionario