Se trata de la fábrica de ArreBeef en Pérez Millán, Buenos Aires, que ha construido una fábrica de biogás y tiene un contrato de suministro a 20 años con la empresa Cammesa.
Pasaron 100 años del primer vacuno faenado en la localidad bonaerense de Arrecifes y la cuarta generación de la familia Borrell, inauguró una planta de biogás capaz de producir electricidad derivada del proceso productivo de su matadero ArreBeef en Pérez Millán, Buenos Aires.
Con el objetivo de producir energía renovable y contribuir a la reducción de gases de efecto invernadero, Hugo Borrell (h) buscó una manera para que la fábrica de ArreBeef eliminara los residuos de manera más eficiente. Con una inversión de 6,5 millones de dólares y gracias al programa RenovAR 2.0 , hoy el proyecto se ha diversificado y funciona de manera exitosa.
El desarrollo a biogás ya les ha permitido firmar un contrato a 20 años con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA. (Cammesa) para transmitir 1,5 megas continuos a la red eléctrica nacional. Su aporte a esta red es significativo: alcanza los 7.200 MW anuales que permiten abastecer a 7000 personas.
Determinación empresarial y políticas gubernamentales eficientes
Con una inversión de 6,5 millones de dólares, se construyó un biodigestor de 5.000 m3, que transforma todos los residuos orgánicos del frigorífico en biogás que a su vez posibilita el funcionamiento del motor principal. Este motor transforma el metano contenido en el biogás en electricidad y produce 1,5 MW de electricidad, equivalente al consumo energético de una ciudad de 7.000 habitantes como Pérez Millán. La energía térmica producida por el motor se utiliza para mantener la temperatura del biodigestor y elevar la temperatura del agua en nuestras calderas”, dijo uno de los dueños a Greenpeace.
Aunque ya existen empresas que implementan estos procesos, ArreBeef es pionera en este campo. “ArreBeef Energía es el primer frigorífico argentino que, utilizando los desechos vacunos, produce energía limpia y renovable ”, afirmó.
Una cadena de múltiples beneficios
“Por un lado, la empresa obtiene beneficios económicos que a su vez van de la mano con un beneficio social. El poder producir energía biogás permite contribuir en gran manera a la reducción significativa de gases de efecto invernadero. Por otro lado, está el transformar los desechos de la faena en energía limpia, renovable. Tres factores que nos llenan de orgullo” explicó el empresario.
Desde los inicios en el mes de julio de 2022, cuando la instalación recibió la licencia comercial, se transfirieron a la red nacional unos 2.643 MW de electricidad producida a partir de fuentes renovables.
“Casi un total de 1020 toneladas de CO2 fueron evitadas de ser vertidas a la atmósfera gracias a la generación eléctrica con el sistema de biogás . Esto significa que se necesitarían 157.000 automóviles menos por día, o aproximadamente 14.000 árboles para mitigar el impacto ambiental de estas emisiones”, dijeron desde la compañía
Cien años de historia familiar con la ganadería.
Corría el año 1921, exactamente un 16 de mayo Jaime Borrel instalaba su carnicería, La Nacional, en un pequeño local de una calle de la localidad de Arrecifes. Todos los días mataba animales en el matadero del pueblo para luego vender la carne.
Con un automóvil, que logró comprar con mucho esfuerzo, entregaba carne hasta 10 kilómetros a domicilio y alrededores. Poco a poco fue creciendo hasta tener siete camiones de reparto. Luego se sumaron a la empresa sus hijos Ángel y Santiago, ampliando un poco más el negocio.
La muerte de Jaime y uno de sus hijos, obligó a la tercera generación a hacerse cargo de la empresa: Santiago, Osvaldo y Hugo. “ Afortunadamente, de a poco, fuimos creciendo y expandiendo nuestra llegada comercial hacia otras localidades cercanas. En 1995 cuando quebró el ex frigorífico Ramallo ubicado en San Nicolás, en la subasta decidimos comprar la fábrica de Pérez Millán, que se llamó ArreBeef”, dice Hugo Borrell (padre), de 73 años.
Al futuro, con el apoyo de las nuevas generaciones
En los años siguientes, se sumaron al negocio de los Borrell, los descendientes de la cuarta generación: Hugo (h), los hijos de Hugo, Ángeles y los hijos de Osvaldo ,Alejandro y Santiago.
Actualmente se sacrifican 1.500 animales cada día y el grupo empresarial es uno de los mayores exportadores de carne vacuna del país. “Al principio, el 90% de nuestro trabajo se destinaba al consumo interno y luego pasamos al 50% destinado a la exportación. Ahora más del 90% de nuestra carne se exporta”, concluyó con orgullo Hugo Borrell .