Las compañías de todo el mundo buscan descarbonizarse con soluciones basadas en la naturaleza. Hoy esto es posible gracias a los créditos de carbono. El sector forestal, va en auge.
La carrera hacia la descarbonización de las industrias ya comenzó su cuenta regresiva . En esta línea y para cumplir tan alto objetivo, las empresas de todos los sectores recurren a los créditos llamados “de carbono” como parte de sus estrategias de sostenibilidad y climáticas. Por ello, en el mercado voluntario de bonos de carbono, el sector de la industria forestal local se prepara para jugar un rol destacado.
Los créditos o bonos de carbono – un instrumento de mercado que posibilita certificar la captura de carbono o la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)- son obtenidos después de un proceso de certificación y su principal mercado son las empresas, personas o gobiernos que los utilizan para compensar sus emisiones.
En los últimos dos años, el sector de la industria forestal entró en la mira de la industria de la energía . A fines del año 2022 , Central Puerto adquirió activos forestales correspondientes al Grupo Masisa en la Argentina, en una operación que rondó los u$s 70 millones. De esta manera, la firma sumó más de 72.000 hectáreas de campos con potencialidad para la explotación forestal en Entre Ríos y Corrientes que contribuyen a cumplimentar los objetivos de descarbonización.
La recuperación de los bosques nativos
Sebastián Fragni, director de GMF Latinoamericana, una empresa forestal pionera en el mercado de carbono forestal, explica que en la actualidad, firmas de todos los sectores están traccionando fuertemente la demanda. «La forestación en Argentina está viviendo un nuevo boom. Para cumplir sus metas de descarbonización, las empresas buscan soluciones innovadoras basadas en la naturaleza, como es la forestación; en el mercado local hay muchas opciones», explica.
La industria farmacéutica, el agro, oil & gas, la metalúrgica, la aviación y el sector del transporte son algunos de los ámbitos que están a la búsqueda de proyectos viables. Los factores que modelan la oportunidad del mercado forestal local actual son : la disponibilidad de tierras aptas para el desarrollo de proyectos de cultivos forestales y un excelente know how en el manejo forestal.
La firma GMF de Latinoamérica opera en la actualidad , unos 7 proyectos forestales para la generación de carbono en distintas partes del continente y con diferentes tipos de abordaje. La superficie total englobada en estos 7 proyectos supera las 15.000 hectáreas y tiene un potencial de mitigación que alcanza las 1.375.000 toneladas de CO2 de las cuales ya se llevan mitigadas unas 500.000.
Las estrategias en Argentina
Los proyectos abarcan la plantación de especies nativas a gran escala, en una iniciativa jamás antes vista en el país. Las acciones comenzarán en la provincia de Corrientes; en Jujuy, más tarde, tendrán lugar proyectos de conservación y recuperación de bosques y en Salta, proyectos silvopastoriles para carne con carbono neutral . Además, lograron concretar el primer proyecto en donde los propietarios de la tierra obtienen pagos por servicios de carbono a través de la venta de servicios a pequeñas y medianas empresas.
En Argentina, hoy existen proyectos en curso por una superficie de más de 70.000 hectáreas. Los proyectos, que tienen una duración de entre 20 y 40 años, pasan una etapa de rigurosas planificaciones y registro, luego de monitoreo, validación y reporte. Dependiendo del tipo de proyecto carbono-forestal que se trate y su escala, a partir del tercer año recién se puede comenzar a certificar.
Proyectos que impulsan el desarrollo local
Estos desarrollos forestales implican también un crecimiento de las zonas donde se realizan y sus alrededores. Movilizan recursos y demandan trabajo experto . Por ello, el impacto social que se logre al final del proyecto y el cuidado de la biodiversidad local también son factores que pueden enriquecer la iniciativa. «Los más integrales a nivel del cuidado ambiental son los que cotizan a mayor valor», dice Fragni de GMP. El especialista resalta la necesidad de ser en extremo rigurosos al elegir el proyecto y hace fuerte hincapié en el concepto de adicionalidad: una reserva natural o un bosque nativo o no genera per se carbono adicional. Para certificar carbono, la adicionalidad – que implica en concreto el hecho de que se verifique y demuestre que ese carbono capturado es adicional y que se logra únicamente como producto de la intervención de quien genera el proyecto- es una condición ineludible.
«Aunque hoy día el precio del carbono esté muy bajo, se calcula que en 2030 se iría a u$s 50 por tonelada y después alcanzará unos u$s 80. Pero hay compañías argentinas que consideran su precio de carbono con un valor de más de u$s 100», dice Fragni, que sostiene que para las empresas, en la actualidad, tiene mucho sentido hacer este tipo de proyectos en el mercado local. «Todos los sectores deben ir hacia la descarbonización , hacerlo acá y en pesos permite hacer “ir a costo en vez de ir a precio”», enfatiza a modo de cierre.