Greenpeace presenta el problema actual que se presenta en el escenario energético de las renovables en España. Una paradoja que desvela a los técnicos: poder hacer del éxito de generación un negocio viable a futuro.
La entrada masiva de las renovables en el escenario energético de España junto a una demanda eléctrica con tendencia a la baja, son dos variables que están provocando un descenso alarmante de los precios en el mercado mayorista (pool) del país. Esta situación, si bien puede considerarse exitosa desde el punto de vista del consumidor, está haciendo peligrar la transición energética que es necesario realizar para poner freno a la crisis climática.
Si a este panorama se le adiciona el fuerte incremento de la presión fiscal, con cada vez más administraciones gravando las instalaciones de corte renovable, y la suba de los costes de inversión y de capital , habrá muchos desarrollos en carpeta y en curso, que no llegarán a concretarse por falta de rentabilidad y de líneas de financiación.
El precio de mercado del MWh : a menos de 1 euro
La energía eólica y la fotovoltaica, hicieron posible que desde el 1 de enero al el 26 de marzo de 2024, el precio de la luz en el mercado mayorista (pool) alcanzara un valor ínfimo: de 0 euros/MWh en 137 horas y de menos de 1 euro/Mwh en otras 220.
Estos bajos precios hicieron que, en España, las dos centrales nucleares (Cofrentes y Almaraz1) decidieran parar su actividad desde 8 de marzo debido a que no llegan a cubrir los costos de producción y que, al momento, no tengan previsto volver a “enchufarse” mientras se mantenga esta inédita la situación.
Para los expertos, la brusca caída experimentada por los precios de marzo responde a una climatología que favorece el aumento de la generación eólica e hidráulica y el continuo incremento de la capacidad instalada de índole fotovoltaica (de unos 5 gigavatios al año, que equivalen casi al parque nuclear), el descenso de la demanda y la poca capacidad de interconexión de la península.
Sin embargo, los mercados a futuro sostienen que esta tendencia de precios más bajos en España que en el resto de Europa se mantendrá.
La necesidad de elevar la demanda
“Los precios que rondan hoy unos niveles tan bajos , sin precedentes, preocupan mucho al sector dado el efecto canibalizador que tienen las energías de origen renovable sobre el precio.Esto puede parecer en principio positivo, pero no lo es para la financiación de los futuros o la viabilidad de los proyectos actuales”, enfatizó José María González Moya, director general de APPA Renovables.
Desde su visión, el escenario planteado no se trata de un simple desajuste provocado por la oferta, porque España se encuentra por debajo de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). El problema radica en que las previsiones de la demanda no se están cumpliendo, según resalta González Moya. Para el experto, la situación ha dado impulso a la electrificación, sobre todo en lo relativo al transporte y calefacción, ahora dependientes de los combustibles de tipo fósil.
Para José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), los bajos precios se deben a una confluencia de factores: mucha agua, mucho viento, y mucho sol y esa es la foto, según su apreciación , el escenario del futuro.
La paradoja del sistema
Cuantas más desarrollos renovables tenga España, más bajará el precio dentro de un mercado basado en un sistema de tipo marginalista, en el que el precio se fija cada hora en virtud de los costes variables que las centrales de energía lanzan en mercado ( que ofertan) y que, en el caso de las tecnologías “verdes” es igual cero.
“La electricidad es hoy lo más barato. Los combustibles fósiles están a la suba y, sin embargo, no usamos esta electricidad, hay que darle la vuelta a este escenario”, indica Donoso.
Si no se logran estabilizar los ingresos para las nuevas instalaciones de renovables, éstas no se podrán hacer a mercado y, además, habrá que comenzar a comprar los equipos en otros países, a importarlos. De este modo, se perderá toda la cadena industrial que existe en España hoy, que está integrada por unas 250 empresas y genera 40.000 empleos, concluyó el experto.