Estonia tendrá una planta que convertirá biomasa residual en aceites comestibles

Una revolución está en ciernes en la industria alimentaria gracias a una startup de Estonia que construirá una planta para convertir biomasa residual en aceites comestibles. Una iniciativa innovadora con alto impacto ambiental positivo.

La industria alimentaria está en pleno avance y transformación en todo el mundo, y en esta línea, se encuentra una pequeña startup de Estonia llamada ÄIO. La empresa está liderando el segmento, gracias a una tecnología revolucionaria que permite producir grasas y aceites comestibles a partir de biomasa residual. Creada en 2022 como una spin-off o empresa derivada de la Universidad Tecnológica de Tallin (TalTech), Estonia, ÄIO ha diseñado un proceso biotecnológico que emplea subproductos de la agricultura y la madera (azúcares extraídos del aserrín), para transformarlos en grasas y aceites alimentarios de alta calidad. Este avance innovador promete no solo revolucionar la producción tradicional de alimentos, sino también, reducir de modo significativo el impacto ambiental de la ganadería y la agricultura .

El proceso de ÄIO funciona en base a la fermentación mediante levaduras especializadas. Estas levaduras, fueron creadas y patentadas por la cofundadora de ÄIO, la Dra Nemailla Bonturi, y pueden transformar subproductos agrícolas e industriales en aceites y grasas comestibles gracias a un proceso muy similar al de la fermentación que se emplea en la producción de pan o cerveza . A partir de los residuos industriales mencionados, la levadura que tiene un tinte rojo muy distintivo, diseñada por los expertos de ÄIO, convierte los azúcares residuales en aceites ricos en antioxidantes y ácidos grasos.

La clave de esta tecnología radica en su eficiencia dado que produce aceites hasta 10 veces más rápido que los métodos usados en el modo de elaboración tradicional, y su impacto ambiental es significativamente menor. Según explican los expertos de ÄIO, su proceso puede reducir hasta en un 97% el uso de tierras y hasta 10 veces el consumo promedio de agua en comparación con la elaboración de aceite de palma o grasas animales, por lo que se alza como una solución ecológica muy atractiva. 

Un impacto sostenible y una solución estratégica para diversas industrias

Si bien, el sector alimentario es el objetivo principal de los desarrollos de ÄIO, sus aplicaciones van mucho más allá. La empresa al momento, ya ha diseñado tres categorías de productos alternativos: el aceite encapsulado, el aceite rojo y grasas similares a la manteca. Estos productos pueden ser empleados en reemplazo del aceite de palma en la industria alimentaria y también ser utilizados en la industria cosmética y en productos para el hogar.

El aceite rojo, por ejemplo, posee un excelente potencial en la industria cosmética gracias a sus propiedades antioxidantes, mientras que las grasas alimentarias desarrolladas por la startup ÄIO podrían transformar de modo significativo la forma en que se elaboran productos básicos como la manteca y la margarina, ofreciendo una alternativa más sostenible y con una menor huella ambiental.

Por estas razones, la tecnología desarrollada por ÄIO ha captado el interés de las grandes compañías alimentarias y cosméticas tanto de Estonia como del mundo . Al momento, ÄIO cuenta con 120 socios del sector alimenticio y gracias a este apoyo, no solo está transformando residuos en productos de gran valor y calidad, sino que también, está cambiando de modo rotundo el enfoque de la producción alimentaria y cosmética encaminándola hacia un futuro más sostenible.

El impacto del uso de nuevas tecnologías

Para la Dra Nemailla Bonturi, el impacto de esta tecnología va mucho más allá de los nuevos productos obtenidos en sí: “El mayor hito para nuestro equipo científico es ver cómo largos años de investigación derivan en un producto real y concreto que puede revolucionar toda una industria. Por ello, seguiremos con firmeza colaborando con nuestros mentores, socios, inversores y toda la industria alimentaria para crear nuevos productos y seguir innovando.”

Además del gran impacto positivo tanto en lo económico como en lo ambiental, ÄIO está contribuyendo de modo significativo a formar la próxima generación de bioingenieros. La empresa en el presente, mantiene una estrecha colaboración con la firma TalTech, con quien continúa trabajando en la creación de nuevas tecnologías y procesos que podrían en el corto plazo, redefinir el futuro de la bioeconomía.

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