En Chile, la innovación en materia de reciclaje orgánico urbano ha puesto en marcha interesantes proyectos de corte renovable. En los distintos municipios chilenos hoy, se recolectan los desechos orgánicos que son generados en las viviendas para ser transformados en biogás. Greenpeace te acerca al corazón de esta iniciativa modelo para alentar su réplica alrededor del mundo.
Chile se encuentra hoy, abocado a la tarea de aprovechar sus recursos naturales y de otros tipos para crecer e impulsar la transformación energética. En este caso ha puesto el foco en la reutilización de los desperdicios de alimentos como las cáscaras de frutas, las hojas de té, los tallos vegetales y hasta los restos de las borras de café en energía limpia y renovable como el biogás. De hecho, estos materiales orgánicos simples constituyen más de la mitad de los desechos domésticos del país. Por ello, los expertos en la materia,han visto la posibilidad de otorgar a estos residuos orgánicos un tratamiento adecuado y sostenible que ayudará a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y a frenar el impacto negativo del cambio climático.
El Programa de Reciclaje Orgánico lanzado en todos los municipios chilenos tiene como meta el reciclaje de residuos orgánicos mediante la puesta en marcha de nuevas plantas de compostaje, biodigestores de tipo anaeróbicos y la captación de gases proveniente de vertederos locales o rellenos sanitarios. La ambiciosa meta es cooperar en todo el territorio chileno para mitigar y frenar el cambio climático.
Los beneficios del biogás
Según un estudio realizado por el Instituto de las Naciones Unidas en Hamilton, Canadá (UNU-INWEH), el biogás que procede de la descomposición de materia orgánica tiene el potencial para satisfacer la demanda energética necesaria para abastecer las necesidades básicas de alrededor de 138 millones de hogares. El biogás se puede emplear para cocinar, para enfriar, para calentar, para generar energía eléctrica o como combustible para motores, dependiendo siempre de las condiciones climáticas de cada localidad y las necesidades de los usuarios.
La digestión anaeróbica de desechos orgánicos se realiza en un biodigestor , donde tiene lugar la descomposición de la materia orgánica. Luego, la producción de biogás dependerá de la temperatura del reactor, de la velocidad o frecuencia de carga de los desechos orgánicos y del tiempo de retención hidráulica de los desechos orgánicos en el reactor, entre otros.
La biodegradación que se transforma en energía biogás tiene la ventaja de que puede realizarse a partir de fracciones orgánicas de residuos domésticos ( sólidos) , residuos agrícolas y forestales, así también de residuos orgánicos de procesos industriales como son los residuos de la industria de alimentos y los de las plantas de tratamiento y depuración de aguas, entre otras fuentes posibles de ser utilizadas.
Las proyecciones para el Biogás
Según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para el año 2025 se estima habrá en funcionamiento más de 100.000 instalaciones de biogás en todo el planeta. Y Chile, será un mojón positivo en este tipo de desarrollos porque el país, se ha fijado la meta de alcanzar la neutralidad de carbono para el 2050, y este tipo de proyectos de corte renovable, contribuyen en gran medida a lograr el objetivo.
El Programa de Reciclaje Orgánico espera avanzar de modo continuo y sin pausa, en las metas de reducción de emisiones GEI (gases de efecto invernadero) del sector de residuos chileno y en el camino de posicionar los proyectos en relación al biogás como una alternativa rentable para la producción de energía limpia. Esta carrera de cuidado ambiental, busca ser modelo para otras comunidades y localidades del mundo que quieran transformar los residuos orgánicos de los hogares en proyectos renovables. Estar a la vanguardia en la innovación de energías limpias será también un factor de desarrollo y un estimulante eficaz para la creación de nuevas posiciones de trabajo .
Fuentes técnicas del Programa de Reciclaje Orgánico destacan al respecto: “En cada comunidad se abren, con el desarrollo de los proyectos de biogás a partir de residuos orgánicos de hogares, nuevas oportunidades de empleo para los jóvenes profesionales del mañana . Cursar carreras técnicas con orientación en renovables será la clave para el desarrollo económico regional y fuente de crecimiento para todo Chile”.