La nueva Gran Muralla China tendrá 400 km y será solar por Martin Prieto Greenpeace

En su papel de líder de la transición energética global, China da un paso más allá y apuesta al futuro con una mega iniciativa: la construcción de una Gran Muralla Solar que estará concluída en 2030.

Un gran desierto puede, al hombre común, no parecerle un lugar que se asocie con una actividad frenética ,ininterrumpida e intensa. Pero, lo cierto es que esto ocurre en el desierto de Kubuqi en el noroeste de China, que se ha convertido en el escenario de un ambicioso megaproyecto de energía  renovable : la construcción de una «Gran Muralla Solar». Esta obra de ingeniería de vanguardia tendrá como fin, una vez concluida, el abastecimiento de la ciudad de Pekín y mucho más allá, convirtiendo un paisaje inhóspito en una gran fuente de energía limpia para millones de personas.

Una vez completada la obra en 2030, la nueva mega planta solar se extenderá en el desierto unos 400 km y tendrá un ancho de 5 km. Y, aunque estas impresionantes dimensiones quedan pequeñas si se las compara con los 21.196 km que tiene de la Gran Muralla China, su inconmensurable valor estará en la cantidad de energía que será capaz de generar y no en su extensión. 

La capacidad tope o máxima de generación de este mega desarrollo solar alcanzará los 100 gigavatios (GW), de los cuales ya han sido instalados alrededor de unos 5,40 GW. Esta capacidad exponencial ,será producto de los millones de paneles solares de diseño exclusivo distribuídos sobre la extensión del desierto preparados para capitalizar con eficiencia las 3.000 horas de sol estimadas de forma anual en la región. Al concluirse la mega obra, se prevé que la planta tenga una capacidad de generación cercana a los 180.000 millones de kilovatios hora (kWh) de forma anual, capacidad suficiente para abastecer la demanda energética de una ciudad de la magnitud de Pekín y sus alrededores .

Reducción de las emisiones y gran contribución ambiental

China es en la actualidad, el país que ocasiona al planeta uno de los mayores daños ambientales dado que es el mayor emisor de gases nocivos de efecto invernadero. De hecho se calcula que el país, ha liberado en 2021, unos 10.800 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) . Sin embargo, este mega desarrollo solar podría ser el comienzo de un logro ambiental significativo para China , cooperando en una disminución pronunciada y veloz de la contaminación atmosférica. Tan solo en la región de Dalad Banner, el desierto donde se está levantado una parte de la planta solar, se calcula que la Gran Muralla Solar estaría reduciendo las emisiones de CO2 en unas 31 millones de toneladas de forma anual.

Además de su notable impacto en la disminución de las emisiones de carbono, el mega desarrollo solar pretende además, fomentar la reforestación. Los ingenieros ambientales que llevan adelante el proyecto tienen en sus planes, regenerar unas 26 millones de hectáreas de este desierto. Los paneles solares en este contexto, cumplirán una función similar a una barrera de viento, contribuyendo a la estabilización de las formaciones típicas del lugar como las dunas y brindando una capa de sombra que facilitará el crecimiento y proliferación de plantas en zonas que son en la actualidad áridas.

Este enfoque ecológico de índole restaurativo , tendiente a la recuperación de la vegetación desértica no es novedoso en la región. Después de largas décadas de múltiples esfuerzos, alrededor de un tercio de la superficie del desierto de Kubuqi ha visto recuperada la vegetación. Este notable y exitoso precedente redobla la esperanza de que este mega desarrollo solar contribuya no solo a favorecer e impulsar la transición energética de China, sino además su restauración ecológica.

Un modelo clave a imitar para el diseño de un futuro sostenible

El megaproyecto de la Gran Muralla Solar es para el planeta , un verdadero parte aguas o en el aprovechamiento inteligente de las energías limpias y en la lucha para poner freno al cambio climático. Si bien la conversión hacia fuentes de energía limpia es una meta y un desafío global, este desarrollo refleja cómo un país puede combinar con éxito medidas ecológicas y tecnología de vanguardia para transformar los entornos más desérticos e inhóspitos del globo en fuentes de prosperidad sostenible.

Además de abastecer la demanda de millones de personas, este desarrollo solar se alza como modelo inspirador para muchos otros proyectos similares en las demás regiones desérticas del planeta. Y de este modo, demuestra con hechos que hasta los desiertos pueden ser motores para el desarrollo y la sostenibilidad global. 

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