La UE posee en la actualidad, un marco sólido para el abordaje del impacto producto del cambio climático, pero resulta problemático a la hora de bajarlo a la práctica mediante el diseño de políticas de adaptación concretas , según afirman los auditores expertos.
Un reciente informe publicado por el Tribunal de Cuentas Europeo pone sobre el tapete el riesgo de que la política de adaptación actual de la UE al cambio climático no siga el ritmo adecuado para combatir sus efectos. Una problemática verdaderamente acuciante para el planeta que se traduce en un aumento de los fenómenos climáticos extremos, tal como las olas de calor, las sequías e inundaciones, tanto en su frecuencia como en su severidad. También, el informe resalta las graves consecuencias económicas que trae aparejada esta situación . Lo cierto es que si bien, la UE posee un marco sólido para abordar el impacto del cambio climático,este resulta en la práctica un tanto problemático de ser expresado las políticas de adaptación concretas, según afirman los auditores.
En las dos últimas décadas , en la UE se ha producido un aumento notable del número de catástrofes climáticas, y el nivel de daños causados, como se ha visto con las recientes sequías, olas de calor y las devastadoras inundaciones acontecidas durante 2024, ha sido sideral. Las pérdidas económicas producto de los fenómenos climáticos extremos en la UE han superado en promedio los 26. 000M de euros anuales en la última década. Por otro lado, exponer a la economía actual de la Unión Europea a un calentamiento global de 1,5 a 3 °C por encima de los niveles preindustriales, supondría una pérdida económica anual de entre 42. 000 y 175 .000 M. de euros.
«Para la elaboración del informe, analizamos cómo la Unión Europea atiende la urgente necesidad de adaptarse al cambio climático que presenta condiciones climáticas cada vez más extremas y recurrentes», explica Klaus-Heiner Lehne, miembro del Tribunal que tuvo a cargo la auditoría. «En este curso, hemos hallado una serie de problemas en relación al método para aplicar las políticas climáticas sobre el terreno práctico . Si no se ejecutan mejor en la acción concreta estas políticas climáticas que la UE tiene bien estipuladas, se corre el riesgo de que las ambiciones de adaptación de la UE no sigan el ritmo que marca el cambio climático».
Adaptación estratégica al cambio climático
En general, la Unión Europea cuenta con un marco consistente y acorde para adquirir resiliencia frente al cambio climático. Los auditores evaluaron las políticas nacionales de adaptación en Austria, Francia, Estonia y Polonia, que en líneas generales , se alzaron como países coherentes con la estrategia climática diseñada para la UE.
Pero lo cierto, es que también encontraron en estos países situaciones que los han preocupado : datos científicos obsoletos en los documentos relacionados con la estrategia nacional de cambio climático y en algunos puntos clave, las medidas detalladas se subestimaban u omitían en la práctica.
Los auditores realizaron el informe mediante encuestas y evaluaron in situ las prácticas concretas llevadas adelante en 400 municipios de la UE . Como resultado hallaron un desconocimiento muy grande de las estrategias y planes de adaptación al cambio climático pautados para la UE. De hecho, observaron que no se aplicaban en absoluto algunas de las herramientas más importantes de adaptación estipuladas en el Pacto de las Alcaldías de la UE y en Climate-ADAPT, Copernicus .
Por otro lado, más de la mitad de los proyectos auditados elaborados por los países de la UE para su adaptación al cambio climático , muestran que se abordaron de modo eficaz los riesgos climáticos. Pero también, se presentaron casos en los que las prioridades eran contradictorias: a los objetivos puntuales de adaptación al cambio climático se sumaban otros distintos, como el desarrollo regional y la competitividad.
Auditores marcan la existencia de estrategias deficientes
Por ejemplo, en algunos proyectos se planteó un abordaje paralelo y contradictorio tanto de la necesidad de aumentar el riego como la exposición a un mayor consumo global de agua. Incluso, había dos proyectos desarrollados en países que para los expertos pueden dar paso a una mala adaptación, es decir, casos en los que se aumenta la vulnerabilidad al cambio climático en lugar de reducirlo.
Algunos ejemplos de mala adaptación vistos por los auditores son por ejemplo el fomento del riego para cultivos que demandan mucha agua en lugar de cambiar a otros sistemas menos intensivos, o la inversión en cañones artificiales para la fabricación de nieve que ahorren energía, en lugar de centrarse en el fomento del turismo desestacionalizado. Además, algunos proyectos analizados como el de rellenar las playas con arena, solo ofrecen una solución paliativa en el corto plazo. Como conclusión, los auditores llamaron al diseño y concreción de estratégias más acordes ,inteligentes y eficientes para hacer frente al impacto del cambio climático en todos los países de la UE.