Perú, un país que no acierta a encontrar el rumbo para el despegue de las renovables.

Según pone en evidencia una reciente revisión sobre los avances en materia de energías renovables en Perú, el país aún debe recorrer un largo camino para propiciar su desarrollo. Estas fuentes energéticas representan apenas el 4% de la matriz energética peruana. A este escenario, se suma el hecho de que no se cuenta con un plan energético , pues el último data del 2014.

La ubicación geográfica de Perú, próxima a la línea del ecuador hace que su territorio posea un gran potencial de energía solar. En este sentido, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) estima que podría alcanzar los 3.000 kilovatios hora (kWH) de radiación directa en las regiones del sur. Sin embargo, Perú solo aprovecha el 1% de su capacidad.

Lo misma situación se repite con otras energías renovables como la eólica y la biomasa que, pese a estar más desarrolladas en el país, no alcanzan una representación importante en la composición de la matriz energética del Perú : la eólica roza el 3% y la biomasa, apenas el 0,5%. Y aún hay regiones del territorio peruano que no cuentan en la actualidad con acceso a la energía eléctrica.

La información aportada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática destaca que, al 2021, 94,1% de los hogares tuvieron acceso al servicio de energía eléctrica. Sin embargo, casi la mitad , el 45,3% tuvieron que padecer cortes frecuentes o interrupciones en el suministro eléctrico. Además, en los departamentos amazónicos de Loreto y Ucayali, apenas la mitad de los hogares cuenta con acceso a la electricidad: 51,9% y 54, 4% de forma respectiva.

Las energías renovables, una solución de cara al futuro 

Frente a la urgente necesidad de ir cubriendo las agudas brechas en el acceso a la electricidad de la población y ante las condiciones climáticas actuales, que se intensifican por el calentamiento global, la transición energética se avizora como una de las principales vías para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. 

Perú, al igual que los otros 192 países que firmaron el Acuerdo de París en 2015, asumieron el compromiso climático de transformar su matriz energética hacia fuentes de origen renovable. Sin embargo, desde aquel momento esperanzador para el planeta, los avances para alcanzar esa meta han sido pocos o insuficientes y la fecha límite fijada para el 2030 está cada vez más próxima.

Perú se comprometió en 2015 a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 30% para 2030. Cinco años más tarde, el país se fijó alcanzar un 10% más, y lograr un total del 40%. A solo seis años para llegar 2030, los avances han sido muy lentos y Perú sigue dependiendo de los combustibles de tipo fósil, como el gas y el petróleo como fuentes principales de generación de energía. 

Los obstáculos en el escenario de las renovables

“En Perú, a diferencia de otros países de América Latina como Brasil, Argentina, Chile y México, no cuenta con una política pública de promoción para lograr la transición de su matriz energética”, explica Augusto Durán, especialista en Energías Limpias y Transición Energética. “La ausencia de una política nacional en materia de renovables es un factor desorganizador y un obstáculo  clave para el desarrollo de la inversión de privados.La burocracia y la falta de expeditividad en los mecanismo para la concreción de proyectos renovables hace que el escenario se presente engorroso y poco atractivo” agrega el experto.

Durán sostiene que para iniciar una transición energética gradual, Perú debe como primera medida, dejar el carbón. Luego como segundo paso, el petróleo y, posteriormente en una tercera etapa, el gas. Otros países, hacen uso del gas como un recurso de transición que hace posible tanto financiera como técnicamente realizar un proceso efectivo de transición energética. En Perú, según Durán, se ve un escenario energético fuertemente aferrado al gas natural.

El experto destaca que “es necesario que exista un plan energético nacional actualizado en el Perú, que a la vez sea reforzado con un marco normativo adecuado que haga expeditivo y agilice las gestiones para la puesta en marcha de los proyectos renovables. Además,lo fundamental es que Perú se decida por lograr una economía que vaya en sintonía con las necesidades ambientales,hecho que más temprano que tarde, deberá enfrentar”. 

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